Taller de escritura con Miguel Ángel Manrique

El lenguaje es un hecho social. Esto significa que los individuos lo aprenden dentro de la comunidad en un lento y constante proceso afectivo y efectivo, que involucra a la familia, a la escuela y a la vida, en general. El lenguaje, además, es el sistema de significación y comunicación más complejo que el ser humano, como ser social, ha construido. La escritura es una de las funciones cognitivas y comunicativas más importantes de la civilización. En la escritura participan el conocimiento de la lengua en toda su extensión, la clasificación social de los textos en tipologías (argumentación, explicación y narración), la concentración, la memoria, la inteligencia, las emociones y la imaginación. La complejidad del mundo actual, real y virtual, exige que los individuos aprendan a escribir para construir lingüísticamente todo tipo de situaciones, individuales y colectivas, de la realidad. Hacerlo bien implica implica hacerlo significativamente, es decir, que el aprendizaje tenga un sentido para la persona, que lo comprometa con lo simbólico, con lo real, que lo emocione y lo prepare para resolver las preguntas que le plantea la existencia.